Un amigo de Kafka reúne veintiún relatos breves en torno al tema más característico de Singer: la vida tradicional de las comunidades judías de Centroeuropa y su paulatina disgregación por obra del cambio de las costumbres y del progreso. Pero el arte del escritor, que se mueve siempre de un modo muy sutil y matizado entre la ironía y la emoción, consigue universalizar unos problemas que en principio pueden parecer exclusivamente judíos; profundizando en unos personajes que están divididos entre el apego a unas tradiciones en las que se han formado y la obligada incorporación a la vida moderna, Singer describe un desgarramiento común a todos. Singer hace revivir la mentalidad y las costumbres judías, analizando y evocando las tradiciones de su pueblo en un periodo de disgregación.