En el verano de 2018 una serie de acontecimientos empujan a Paula Bonet hacia una huida en solitario en busca de un espacio en el que refugiarse. Provista -como es su costumbre- de lápiz, pinturas y un cuaderno de tapas negras, llega a Santiago de Chile, la ciudad que hace más de veinte años ya la acogió y le ofreció alivio. Paula viaja sola y, mientras camina, pinta el mundo.