En 1674, en la ciudad de Delft, Antoni van Leeuwenhoek descubrió, mirando a través de una minúscula lente, el mundo microscópico. Al mismo tiempo, en la buhardilla de una casa cercana, Johannes Vermeer empleaba otro instrumento óptico, una cámara oscura. Laura J. Snyder narra con exquisita sensibilidad la búsqueda del conocimiento a través de la mirada y la vida de estos dos hombres.