Zezé, el protagonista de Vamos a calentar el sol, es un niño brasileño que de pequeño quería ser poeta y llevar corbata de lazo. Ha pasado algún tiempo desde cuando lo conocimos en Mi planta de naranja lima, se ha ido a estudiar a Natal, donde una familia lo ha acogido, y sólo piensa en aplicarse en el colegio para algún día poder ayudar a sus padres y hermanos.
Aunque él crea que es un niño muy serio, en el fondo sigue siendo un travieso con un corazón de oro y una imaginación desbordante. Sus confidentes son el sapo Adán y sus dos héroes del celuloide: Maurice Chevalier y Tarzán. En ellos, y en un bondadoso profesor del colegio Santo Antônio, encontrará la fuerza que le falta para sobreponerse a la nostalgia y salir airoso ?si es posible? de tanta travesura.
Como ya hizo en Mi planta de naranja lima, José Mauro de Vasconcelos se basó en sus recuerdos de infancia y juventud para moldear esta tierna novela sobre la amistad, una de las más inolvidables historias de aprendizaje de la literatura brasileña del siglo XX.
«"Mi planta de naranja lima" () conjugó como ninguna otra la crudeza de la situación social del continente con la ingenuidad, el lirismo y la ternura de la infancia.»Matías Néspolo (El Mundo)
«Vasconcelos describió su propia vida, en un hermoso y liberador ejercicio de autoficción.»Eva Díaz Pérez (Mercurio)
«"Mi planta de naranja lima" no es sólo un emocionante documento sobre la infancia de un niño en Brasil. () Si alguna vez se han preguntado para qué sirve la literatura, en esta conmovedora novela tienen una respuesta.»Levante